Ubicado en el cautivador entorno de la comarca del Maresme, Dosrius se presenta como un destino ideal para quienes buscan combinar naturaleza, cultura y tranquilidad en un solo lugar. Este municipio de montaña, situado en la cabecera de la Riera de Argentona, invita a sumergirse en sus paisajes de valles y montañas y a descubrir su impresionante legado histórico. Rodeado de frondosos bosques y atravesado por senderos que conectan con el Parque Natural del Montnegre i el Corredor, Dosrius es el refugio perfecto para los amantes de la naturaleza, la aventura y el descanso.

Dosrius conserva un notable conjunto de monumentos históricos que permiten realizar un fascinante viaje al pasado. El Castell de Dosrius es una fortaleza medieval que, aunque actualmente se encuentra en ruinas, ofrece a los visitantes una visión de la importancia defensiva que tuvo en siglos anteriores. Situado en un entorno privilegiado, el castillo invita a explorar su arquitectura y a imaginar la vida en una época en la que estas construcciones protegían a las comunidades locales.

La Ermita de Sant Llop, una pequeña y encantadora construcción del siglo XVI, es un lugar cargado de historia y espiritualidad. Rodeada de frondosos bosques, esta ermita ha sido durante siglos un punto de encuentro para los habitantes de Dosrius y es ideal para quienes buscan un entorno de paz. Este templo es una joya patrimonial en la que se respira serenidad, y cada año atrae a visitantes que desean disfrutar de una caminata hasta su ubicación y de las magníficas vistas que lo rodean.

El núcleo urbano de Dosrius también alberga la impresionante Iglesia de Sant Iscle i Santa Victòria, una construcción gótica del siglo XVI que destaca por su estructura sólida y su campanario cuadrado, símbolo de la arquitectura medieval de la región. Su imponente presencia recuerda el pasado histórico de la zona y es uno de los principales puntos de interés para aquellos que desean explorar el patrimonio arquitectónico de Dosrius.

La Iglesia de Sant Andreu el Far y la Iglesia de Sant Esteve de Canyamars, cada una con su estilo y encanto particular, completan el recorrido histórico-religioso de Dosrius. La Iglesia de Sant Esteve, que data del siglo X, es una construcción gótica de gran belleza, y su emplazamiento ofrece un ambiente de calma ideal para la contemplación y la reflexión.

El Pou de Glaç de Canyamars es uno de los atractivos más singulares de Dosrius y refleja la tradición rural de conservación del hielo en épocas pasadas. Este pozo de hielo, utilizado antiguamente para almacenar y conservar el hielo durante el verano, es un testimonio de cómo la gente de la región utilizaba ingeniosamente los recursos naturales. Hoy en día, el Pou de Glaç es una atracción fascinante que permite conocer los métodos de conservación en la época preindustrial, convirtiéndose en una visita educativa y entretenida tanto para adultos como para niños.

La Torre de les Aigües es otra estructura destacada en el patrimonio de Dosrius. Esta torre no solo es un monumento arquitectónico, sino también un recordatorio de la importancia del agua en la vida cotidiana y el desarrollo de la región. La torre, en su robustez y diseño, proporciona un punto de observación interesante y es una parada ideal para quienes desean aprender sobre la historia del suministro de agua en la zona.

El Santuario del Corredor es un emblemático lugar de culto y espiritualidad en el corazón de los bosques de Dosrius. Este santuario, construido en el siglo XVI, se encuentra rodeado de naturaleza y es un lugar de retiro y paz que atrae a peregrinos y excursionistas de toda la región. Además, el entorno del santuario ofrece rutas de senderismo que permiten disfrutar de la belleza del paisaje y de las vistas panorámicas hacia la costa y el interior.

Dosrius ofrece una amplia gama de actividades al aire libre que permiten a los visitantes explorar su increíble entorno natural. Las rutas de senderismo y ciclismo de montaña por la Serralada Litoral son populares entre quienes desean adentrarse en el paisaje mediterráneo. Los senderos, rodeados de encinas y pinos, ofrecen una experiencia inmersiva en la naturaleza y, a lo largo del recorrido, los caminantes pueden deleitarse con las vistas espectaculares de los valles y la costa.

Para aquellos interesados en conocer la cultura local, Dosrius celebra la Fira de la Terra, un evento anual que reúne lo mejor de la artesanía, la gastronomía y las tradiciones de la comarca del Maresme. Durante esta feria, los visitantes pueden probar productos locales, conocer a los artesanos y disfrutar de actividades tradicionales que muestran el patrimonio cultural de Dosrius. La feria es una oportunidad ideal para sumergirse en la vida rural catalana y llevarse a casa recuerdos únicos.

La gastronomía en Dosrius refleja la esencia rural de la montaña y los productos frescos de la región. Los restaurantes del municipio destacan por sus platos tradicionales, como las carnes a la brasa, los embutidos artesanales y las verduras de temporada, todos preparados con esmero y respeto por la cocina catalana. La oferta culinaria local invita a los visitantes a disfrutar de una comida auténtica en un ambiente acogedor, ideal para quienes desean saborear el sabor de la montaña y del campo.

Con su riqueza histórica, sus monumentos religiosos y la serenidad de sus paisajes, Dosrius es una opción excelente para aquellos que desean desconectar de la vida cotidiana y sumergirse en un entorno natural y cultural. Cada rincón de Dosrius tiene algo especial que ofrecer: desde las vistas panorámicas y la paz del Santuario del Corredor hasta la arquitectura histórica de sus iglesias y la tradición rural del Pou de Glaç de Canyamars. En Dosrius, cada paseo es una oportunidad para redescubrir el pasado y disfrutar del presente en uno de los parajes más encantadores del Maresme.